Ya sea por el desgaste debido a su uso, por una mancha o, simplemente, porque te has cansado. ¿Dudas entre tapizar un sofá o comprar uno nuevo? Sabemos que pueden ser muchas las razones que te han empujado a buscar ofertas en sofás. Pero estás de enhorabuena porque has llegado al lugar correcto. Si la renovación de este mueble ronda desde hace algún tiempo por tu mente pero aún no te has decidido, te daremos las claves que debes tener en cuenta para solventar todas tus dudas.
Hazte las preguntas adecuadas
No importa que se trate de sofás de tres y dos plazas, sofás esquineros o de un sofá moderno. Tampoco si era una sofá de piel sintética o con tapizado microfibra. En cualquiera de esos casos, son muchas las causas que pueden llevarte a querer cambiar su acabado. Pero entendemos que exista indecisión. Hablamos de una pieza fundamental en la decoración de cualquier salón o habitación y renovarlo supone un desembolso económico importante. Por eso mismo te proponemos tres preguntas cruciales que debes hacerte para llegar a una conclusión acertada.
- ¿Qué presupuesto tienes? Dependiendo del diseño del mueble y de los materiales que escojas, en muchas ocasiones tapizar un sofá resulta mucho más caro que adquirir uno nuevo.
- ¿En qué estado se encuentra el mueble? Evalúa bien “su edad” y “estado físico” porque, además del material que lo cubre, hay otras cuestiones que debes tener en cuenta. Por ejemplo, la estructura interna, el estado del relleno o que esté totalmente desfasado a nivel estético y haya pasado de moda.
- ¿Qué valor tiene? Además de referirnos al emocional, hablamos del de mercado. Sin duda alguna, al mobiliario te pueden unir muchos recuerdos pero, a la hora de decidirte entre tapizar un sofá o comprar uno nuevo tienes que evaluar otras cosas para que no acabes perdiendo dinero. Por ejemplo, si se trata de una antigüedad o una pieza de coleccionista que has heredado.
Ventajas e inconvenientes, sobre la balanza
Una vez hechas las preguntas, ya debes tener una idea más o menos clara del estado de tu mueble, su valor y, si te conviene o no lanzarte a eso de comprar sofá online. Pero si aún tienes dudas, presta atención a las siguientes reflexiones.
- Comprar sofá barato no es sinónimo de ahorrar dinero. En la mayoría de los casos se hace realidad eso de que “lo barato sale caro”. Es muy probable que pronto salgan a la luz desperfectos o que, aunque compraste uno de esos sofás ergonómicos, resulte siendo incómodo y poco confortable.
- Tapizar un sofá no significa renovarlo al cien por cien. La estructura y la firmeza son elementos que suelen desgastarse mucho y cambiar la tela que lo cubre no significa que haya una transformación completa. Puedes plantearte adquirir rellenos para sofás, pero añadiría complejidad a la operación y los resultados no siempre son óptimos.
- Lo mismo ocurre con el estilo. Innovar con la tela es una cosa y un sofá moderno, Además, ya hemos visto que el tipo de tejido y la forma del mueble se traducen en el precio del tapizado, que puede llegar a superar el de uno nuevo. Sobre todo teniendo en cuenta que actualmente existe un gran número de ofertas en sofás.
Comprar sofá no es fácil. Se trata de un mueble que, además de influir muchísimo a nivel estético en la estancia en la que se emplaza, tiene una funcionalidad que debe ser muy tenida en cuenta. Por eso, a la hora de escoger entre tapizar un sofá o comprar uno nuevo, si no queremos errar con nuestra decisión debemos reflexionar con detenimiento.