Comodidad, resistencia y precio. ¿Son esas las características que le pedimos a un mueble? Como bien sabemos, existen muchos tipos de sofás y, aunque esos podrían configurar un buen criterio a la hora de catalogarlos (incómodos o confortables, frágiles o resistentes, baratos o caros), sabemos que hay mucho más.
Materiales, diseño, estilo, versatilidad, funciones… el listado de cualidades puede ser casi infinito. Entonces, ¿cuántos patrones de sofás existen? En Matsofá sabemos que hay tantos como formas de vivir pero, para acertar con la elección hay dos criterios que lo facilitan mucho: su forma y capacidad, por un lado, y su funcionalidad, por otro.
Según su forma y capacidad
A la hora de comprar un sofá online, es importante tener en cuenta el espacio donde lo vas a ubicar y pensar en cuántas personas podrían utilizarlo al mismo tiempo para calcular su capacidad. En ese sentido, contamos con los siguientes tipos de sofás:
- Sofás en línea. Suelen ser sofás de tres y dos plazas y admiten todo tipo de estancias y estilos: salón, recibidor, dormitorio, sala de juegos… el de una sola plaza es el que conocemos como sillón.
- Sofás en ‘L’. Con un lado más largo que el otro resulta excelente para socializar, separar el salón de otros espacios como el comedor o la cocina y conseguir un ambiente acogedor para las reuniones. Para su ubicación es recomendable unir la zona extensa con el tabique.
- Sofás esquineros. El rey de las familias numerosas, es una versión del anterior con los dos lados de la misma dimensión. Con las medidas adecuadas también funcionan en salones pequeños.
- Sofás chaise longue. Recomendados para espacios amplios, esta configuración consiste en un sofá en línea al que ha incorporado una prolongación en uno de sus asientos. Son muy cómodos para tumbarse después de un largo día e incluso, echarse una siesta.
- Sofá modular. Se divide en plazas individuales lo que permite ampliarlo o reducirlo en función de las necesidades y del espacio. Modernos, versátiles y con mucha personalidad.
Según su función
Aunque sentarse con comodidad es, sin duda, el principal objetivo de todo sofá, también podemos catalogar este mueble por otras utilidades.
- Decorativa. A veces queremos completar un espacio demasiado diáfano y frío o llenarlo de personalidad. Para ello escogemos piezas con carácter como el diván o el sofá tipo Chester.
- Sofá cama. El mueble funcional por excelencia, permite sentarse por el día y dormir en la noche. Ideal para solucionar problemas habitacionales o de espacio y una buena alternativa al cuarto de invitados.
- Sofás con almacenaje. Otra solución para espacios reducidos que permite mantener el orden sin tener que renunciar a la confortabilidad. Su éxito está asegurado en casas con niños pequeños.
- Sofás ergonómicos. En ellos podemos ver la televisión, comer, dormir, charlar, trabajar… y para cada una de estas acciones configuraremos su respaldo reclinable y/o asientos extensibles.
No exagerábamos cuando decíamos que hay tantos tipos de sofás como formas de vivir. Por eso, si estás pensando en comprar sofá nuevo, ten en cuenta el espacio con el que cuentas y el uso que quieres darle. Así seguro que aciertas.